Don Fermín Dzib May destaca la importancia de organizar eventos en el 174 aniversario del levantamiento maya rebelde “para que no olviden la valentía de nuestros abuelos indígenas de la Península de Yucatán”
Por Martha López Huan

La Guerra de Castas que se registró de 1847 a 1901 en la Península de Yucatán sigue vive en la memoria de los habitantes, como don Fermín Dzib May, originario de Xócen, comisaría de Valladolid, y una de las comunidades más importantes de la sublevación de los mayas.
–Muchos la llaman Guerra de Castas, pero ese no debe ser el nombre correcto, se podría llamar Guerra de Razas porque los mayas prehispánicos no querían a los españoles en nuestras tierras –agregó don Fermín, el historiador de Xócen que el 7 de julio pasado cumplió 84 años de edad.
En entrevista exclusiva en su hogar, después de llegar de la milpa, dijo que su abuelo relataba que los primeros rebeldes mayas salieron desde Nak Balam que ahora es Tulum, eran aproximadamente 15 mil mayas contra cinco mil extranjeros, “pero los rebeldes tenían una gran desventaja: no tenían rifles como los españoles o criollos, sólo flechas y lanzas”.
Las armas después de las consiguieron con apoyo de las tropas británicas asentadas en Belice.
–Los españoles sólo vinieron a dejar su amargura entre nosotros, castraron al Sol y a la Luna y mataron a las flores, sólo trajeron consigo desgracias para la naturaleza de esta región y los pueblos mayas –indicó.
–¿Cree que este 2021 se debe celebrar la Guerra de Castas o Guerra Social?

–Claro que sí, es necesario celebrar el 174 aniversario del levantamiento de la Guerra de Castas para que los jóvenes de hoy conozcan y no olviden la valentía de nuestros antepasados mayas, que pelearon contra los “blancos” (españoles, criollos y mestizos) cansados de tantas humillaciones, robos y vejaciones –señaló.
Don Fermín, cuya fama de historiador de Xocén trascendió a otras comunidades de Valladolid y el Oriente y Sur de la Península de Yucatán, relató que las tropas rebeldes mayas llegaron hasta Chilpancingo y Querétaro, “muchos murieron ahí y pocos regresaron, como Romualdo Couoh, Ezequiel Dzib y el general maya Porfirio Puc de Xócen”.
Consideró que se deben organizar actividades alusivas desde Xócen hasta Felipe Carrillo Puerto, Tihosuco, Sacalaca y otros lugares de la Península de Yucatán, “para que nunca se olviden de la rebelión maya”.
–Ellos fueron muy valientes, impidieron que Xócen sea totalmente Colonial, mire la iglesia del Santo Cristo de la Transfiguración, no tiene techo, porque los mayas que la construían se unieron a la guerra rebelde –dijo, al evocar las palabras de su abuelo.
SANTUARIO DE LA CRUZ TUN

El campesino también habló del Templo de la Cruz Tun que se ubica a unos kilómetros de la iglesia católica, ahí se construyó un Santuario para la cruz prehispánica de piedra que los mayas encontraron y que es muy milagrosa.
El comisario de Xócen, Magdaleno Chan Caamal, confirma que el lugar de la Cruz Tun es un santuario y que cada 3 de mayo se realizan festividades en su honor, “pero del 16 al 20 de febrero se organizan gremios y actividades especiales, pero este 2021 no se realizó nada por la pandemia que azota a México y el mundo”.
Manifestó que las festividades en honor a la Cruz Tun son tan famosas que acuden turistas locales, nacionales e internacionales, “principalmente vienen visitantes de Estados Unidos, Canadá y Siria”.
Sobre las festividades que se organizan al Patrono de Xócen, el Santo Cristo de la Transfiguración, don Magdaleno Chan Caamal aseguró que el próximo 6 de agosto de 2021 tampoco realizarán gremios ni nada, por la pandemia, “hay que cuidar a la gente”.
