A través de su violín evoca grandes éxitos de música clásica y populares y deja en éxtasis a más de cinco mil personas
Por Martha López Huan
Joyas de la música clásica y populares reviven ante el virtuosismo de David Garret, quien cautiva a más de cinco mil personas con una rutina: abraza el violín, lo acaricia y lo aprisiona, desatando una gran pasión contagiosa.
Ese prodigio rompe protocolos, rompe rutinas, glorifica obras de Beethoven, Bach, Nirvana, Guns ´n´ Roses, Led Zepelin y otros grupos de moda europeos.

Toca, saluda y sorprende al hablar en español: “Buenas noches México” y empieza la rutina musical que deja extasiada a la multitud que disfruta “Live and Let Die”, “80´s Anthem”, “Dueling Banjos”, “Childs Anthem”, “Clementy Sonata” y “Czardas”.
¿Lo inusual de una noche de concierto? Es que el músico alemán bajó varias veces del escenario y se adentró entre la gente para compartir las notas alegres y variantes del violín, acompañado de su grupo.
Sin embargo, el éxtasis llegó cuando elige a una joven, la sube al escenario, la sienta en un sofá junto él, se acomoda y le dedica “I´ll Stand by You”.
Fue una noche explosiva, fascinante, donde las notas llenas de pasión impregnaron El Coliseo y el público yucateco disfrutó el prodigio de David Garret…, entonces supo por qué es el violinista más rápido del mundo.
Ese virtuosismo fue palpable en diversas formas y estilos, como cuando entonó “Dangerous”, “Música E”, “Cry Me A River”, “Beethoven´s 5th”, “Highway to Hell”, “Lose Your Self”, “Explosive”, “Lose Yourself”, “Sabre Dance”, “Walk this way”, “Zorba´s Dance”.
Y antes de interpretar “Rocking All Over The World”, David Garret dijo en perfecto español: “Esta es mi última canción, esta fiesta fue inspirada por ustedes” y sus palabras fueron coronadas por una lluvia de aplausos.
No, claro que esa no fue la última melodía, porque el público exigente quería una más y David y su grupo volvieron al escenario para entonar “November Rain” del famoso Guns ´n´ Roses.